EL FMI ES EL SELECCIONADO DE LOS DELINCUENTES ECONÓMICOS DEL MUNDO
Uno no sabe por dónde empezar, porque está el empleo tambaleando, y eso es grave en la vida de cientos de miles. Se trabaja como monotributista, en Uber, en changas. El trabajo asalariado decae y terminan con la moratoria. Están mal para siempre esos trabajadores.
Pero, de pronto, mirás a esos jueces de la lista Bordó, que manejan la Asociación de Magistrados, y temblás de verdad. Son capaces de cualquier cosa en su comodidad dentro de un sistema cuya perversión es absoluta. Llorens y Barroetaveña, al frente de la revisión del pasado, no tienen problemas en mostrar la hilacha, y la pilcha se deshace toda.
Y ves lo que hicieron con Osvaldo Bayer los de Vialidad Nacional, a las órdenes de Milei, y ya no podés más. Mirás por la ventana y te quedás absorto, pensando que lo que dicen es que quieren terminar con el adoctrinamiento.
La ventana te lleva a un cielo celeste, pero lo estás viendo gris. Pensás en llamar a un amigo para hablar de eso. Buscás un refugio, las palabras de otros que te ayuden en medio de esta tempestad de imbéciles, malos bichos poderosos en su alcahuetería brutal al sistema.
Luego pensás en la deuda: la vieja, la de Macri, la nueva. Ves al FMI tan campante, digitando lo que hay que hacer en el país, y te sentís viviendo en una colonia. Tristeza porque estás parado mal, y a veces te ves como la selección, invencible y campeón del mundo.
Pero el FMI es el seleccionado de los delincuentes económicos del mundo, y esos ganan siempre, por goleada. Y además, te toman el pelo. Te la pasan entre las piernas, por arriba de la cabeza, meten taquitos y el que los marca es, por ejemplo, Milei. Entonces, recurrís a lo mejor de los más resilientes que tengas.
Pero en el diario de la mafia te escriben que vas ganando… como la Scaloneta. Y, sin embargo, vivimos buscándola dentro de nuestro propio arco.
